Orígenes
En el año 1983, la Diócesis de Donostia se plantea la posibilidad de promover un proyecto dirigido a las personas drogodependientes y sus familias por considerar que pertenecen a uno de los sectores más marginados y menos atendidos en ese momento.
El entonces obispo de Donostia, José María Setién junto con Iñaki Aldabalde, entran en contacto con el Centro Italiano de Solidaridad (CEIS) y conocen el Programa Educativo-Terapéutico (Progetto Uomo) que venían desarrollando años atrás, cuyo modelo es finalmente implantado en Gipuzkoa. Simultáneamente con el de Madrid, es el primer centro a nivel del Estado que puso en marcha esta metodología de trabajo.
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